Chéel

Chéel; una visita desde su interior.

Creo que mucho he repetido que es Chéel y lo que se hace dentro de este bonito emprendimiento, pero no siempre muestro lo que hay detrás y la satisfacción que me ha dado. Dentro este proyecto he tenido entre sonrisas y lágrimas, carcajadas y preocupaciones; momentos de paz y otros no tanto, que me han llevado a conocer todos los procesos de un proyecto como este.

Comenzar de la nada y con nada.

El miedo de emprender siempre existirá, y seguirá en el camino; después de dos fracasos laborales donde uno fue justamente haber emprendido; eso fue lo que me dio la pauta para iniciar nuevamente y tal vez pasar por los mismos errores pero ya con la certeza de saber como actuar o como resolver las situaciones. Con Chéel, mi segundo embarazo fue el motivante para lanzarlo; no sabía si iba a poder con todo; ser mamá de dos pequeños y crear un emprendimiento. De inicio todo surgió de manera tranquila, ya existían redes sociales, ya conocía un poco más el camino, pero desconocía lo que se venía.

Saber que haces algo, pero, ¿para quién?

El mundo digital era completamente desconocido para mi; no era lo mismo hacer publicaciones de manera personal, que hacerlo para mi proyecto; entre tener una pena de vender y no saber hacerlo, me creaba un poco de conflicto. Chéel que fue lanzado en el 2018 y que estuvo operando así únicamente con venderle a mi familia y amigos, fue parte de mi experimento digital para considerar apostarle a las redes sociales y crear el sitio web ó pensar en un espacio físico donde pudiera estar la marca.

Una recompensa llena de amistades bonitas.

Carlos Alvarez, fotógrafo apasionado de Barcelona, captura la belleza de los paisajes con maestría.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *